C/ Cañada, 32
Teléfono de pedidos: 722 110 590
Facebook
Instagram
– De lunes a jueves, de 9:00 a 14:00 y de 20:00 a 23:00h.
– Viernes, de 9:00 a 14:00 y de 20:00 a 24:00h.
– Sábados, de 9:00 a 16:00 y de 20:00 a 24:00h.
– Domingos, de 9:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:00h.
Lee la entrevista para la web municipal
¿Hacemos un bochinche?
A Gina y a Luis ya los conocíamos por su innovador foodtruck (camión de comida, en su literal en inglés), el primero a este lado del Manzanares. Como todo negocio de emprendimiento, esconde detrás un buen número de historias que nos disponemos a conocer. Nos reciben, ya no en su foodtruck, si no en su nuevo local, en la calle Cañada, 32, donde han dado expresión “más cómoda” a su comida: hamburguesas -la reina es la Bochinche, dentro de seis variedades: la Pedriza, la Yelmo, la Ibérica, la Caraqueña y la Chamo para los más pequeños de la casa-.
Pero también tostadas, sandwiches, croiffles (la suma de croissant y gofre creada por ellos), ensaladas, sus tequeños, de guayaba con queso o solo con queso, arepitas o sus ‘especiales de cena‘: el Clubhouse, el Pepito o el Perro caliente… En fin, una oferta apetitosa, a un precio más que razonable y sin variar la calidad que hace tiempo ya les dio a conocer y a ser referentes, incluso más allá de Manzanares El Real; y que están elaborados siguiendo un estricto estudio de su conjunción e ingredientes. “No improvisamos nada -apunta Luis-, no es solo la calidad de la carne o del pan, por ejemplo, es la calidad del pan y de la carne, su tratamiento y la combinación con otros alimentos. Y así con todo. ¡Ah!, y la mayor parte de nuestros productos están comprados en negocios del pueblo, que también ofrecen una excelente calidad”.
Hay una pregunta casi obligada al comienzo de esta entrevista. ¿De dónde procede el nombre: Bochinche? Gina nos lo explica: “Depende dónde lo digas, bochinche tiene un significado. Para nosotros, en Venezuela significa ‘diversión’, especialmente una ‘fiesta’ o ‘reunión’ (así lo dice el diccionario de americanismos), curiosamente, en otras latitudes, viene a significar lo contrario. En cualquier caso, nos pareció un buen nombre para dar forma a lo que tantos años llevábamos pensando. Y creo que lo estamos consiguiendo, el buen recibimiento que nos ha dado Manzanares ha convertido nuestro restaurante en un auténtico bochinche”, dice ella, siempre con una sonrisa en el rostro.
Bien parece que no es solo la comida la clave de su éxito. Así se lo inquirimos: “Personas conectan con personas” -apunta Gina como respuesta-. Sí, la conexión establecida con las gentes del pueblo está siendo algo fantástico. Te pongo un ejemplo -continúa Gina-, sin hacer ninguna publicidad, cuando pasamos del foodtruck a este local, el día de la inauguración terminé llorando y no porque no viniera nadie, todo lo contrario, había tanta gente que no dábamos abasto y me quedé con la sensación de no haber atendido a todo el mundo como siempre queremos, dando el 150%… Pero, ¡qué bonito es recibir ese cariño!”.
Bochinche: un concepto americano,
con sabor venezolano y un toque español
Luis y Gina llegaron a España en abril de 2018. Antes, ambos salieron de su natal Venezuela con destinos distintos. Él, a Nueva York, a trabajar en hostelería. Gina a España, a una piscifactoría a las afueras de Brihuega, en Guadalajara. Si bien, los dos habían trabajado en hoteles de 5 estrellas en Venezuela. “Toda una vida conociendo el sector -nos dice Luis-, en distintos lugares del mundo, lo que sin duda nos ha ayudado a tener una mirada amplia que hemos intentado plasmar en Bochinche, que es un concepto americano, con sabor venezolano y un toque español”.
Llegó un momento en que la pareja volvió a unir sus destinos, cuando Luis viaja a España. En ese momento, además del trabajo de lunes a viernes en la piscifactoría, Gina comienza a trabajar los fines de semana en un reputado establecimiento en Manzanares El Real. “Esa fue la causa por la que conocí este pueblo. Y en cuanto lo conocí, me enamoré -dice Gina-. Le dije a Luis: tenemos que irnos a vivir allí, cuanto antes”, concluye. Y aquí vinieron, no sin dificultades, como ahora veremos; y aquí nacieron y se están criando sus dos hijos.
¿Todo tiene un principio, o el resultado es la suma de varios?
¿Y cómo llegó Bochinche? Preguntamos. “La primera experiencia de trabajo en Manzanares no fue todo lo buena que esperaba -nos dice Gina-. No todos los negocios que hacen dinero terminan estando bien gestionados. Y este era el caso. Después pasé a trabajar en otros establecimientos, donde sí me sentí a gusto; y donde también trabajó Luis. Sin embargo, teníamos la esperanza de crear nuestro propio espacio, nuestro Bochinche. “Durante la pandemia -apunta Luis- pareció que se detenía el tiempo, pero fue entonces cuando pudimos reflexionar y comenzamos a pensar qué le hacía falta a Manzanares, a nivel de hostelería, en esos momentos fue cuando se comenzó a gestar Bochinche”, concluye Luis.
Abrir su empresa no ha sido tarea sencilla, como suele ser habitual. “Hemos hecho muchos sacrificios, al fin y al cabo, montar un negocio es asumir muchos riesgos, de inversión, de tiempo, teniendo hijos… -dice Gina-. “También es verdad que la experiencia nos ha ayudado mucho -apunta Luis con una sonrisa comprensiva-: hemos aprendido mucho de los errores de otros”.
Así, adaptando sus medios y posibilidades comenzaron en 2021 con un foodtruck. Ahora, su negocio se asienta sobre el número 32 de la calle Cañada. “Hemos tenido la suerte de llegar a este pueblo donde nos sentimos plenamente integrados, en una comunidad. Como decía antes -señala Gina-: personas conectan personas. Y eso sucede aquí: en Manzanares El Real”.
Lo sentimos, no se encontraron registros. Ajusta tus criterios de búsqueda y vuelve a intentarlo.
Lo sentimos, no se ha podido cargar la API de Mapas.